Hablamos mucho, pero no siempre entendemos el valor de las palabras. Uno no se da cuenta de todo lo que tiene para decir hasta que empieza a decirlo. Cuando alguien me discute algo termino dándole la razón, cuando me enfado con alguien le digo “no pasa nada, está todo bien, tranquilo”. Para eso sirven las palabras, para ocultar lo que sientes. Decir algo es muy potente, pero más potente es aún no decirlo, porque el silencio también tiene palabras, palabras guardadas, elegidas, que esperan pacientes el momento de ser reveladas. Cuando llegan, las palabras te despiertan. Pensando en las palabras, he decidido que “Actuar” es mi palabra favorita, porque no se dice, se hace.
Sin palabras no hay silencios y sin silencios no hay palabras; y hay tantas palabras… Sin embargo, muchas veces nos quedamos mudos, sin saber qué palabra usar. La palabra vale, ¿acaso hay una expresión que sea más hermosa, llena de sentido y amor que “te doy mi palabra”? Te doy mi palabra es un acto de entrega, amor, confianza, es más que una expresión de deseo, es un compromiso de vida, es un acto de fe, porque cuando todo perdió valor, y no hay nada que te mantenga en pie, la palabra puede rescatarnos. Hay que creer y confiar en el valor de las palabras.
Os invito a escuchar esta gran cancion de Amaia Montero