Dicen que un deseo nunca muere, que insiste, insiste e insiste hasta que se hace realidad, pero un deseo que no se realiza, ese algo que dejamos de lado, se convierte en asignatura pendiente. Es mucho mas que un deseo insatisfecho, es algo que te encierra en el pasado, es un ciclo que no puedes cerrar. Una asignatura pendiente es una vuelta al pasado para poder avanzar hacia el futuro. Uno nunca va detrás de una asignatura pendiente, pero ellas te atrapan en un momento y no te dejan avanzar, entonces es cuando nos revolucionamos, y les gritamos que nos den libertad.
Todos buscamos la libertad, queremos ser libres. ¿Pero qué es ser libre? Cuando eres adolescente muchas veces piensas «cuando sea mayor dejaré de hacer lo que mis padres me digan, y ahí si que voy a ser libre». Pero la libertad es tan peculiar que angustia tanto no tenerla como tenerla.
Ser libre a veces te llena de miedos. La libertad te da miles de opciones, pero también te obliga a elegir. Es una paradoja, por eso cuando se pide libertad hay que estar preparados porque te la pueden dar.
Libertad suena a no tener límites, pero realmente es saber moverse entre algunos límites. Libertad es mucho más que elegir, es hacerse cargo de esa elección, porque claro, siempre será más fácil hacerle caso a alguien que hacerse caso a sí mismo, porque es ser libre, hacerse caso a uno mismo. ¿Estás seguro de que quieres ser libre? ¿Quién quieres ser? ¿Te vas a hacer cargo de las consecuencias de tus actos? ¿Vas a ser capaz de elegir?
A todos se nos llena la boca con la palabra «libertad», pero pocos son conscientes de que ser libre, es ser esclavo de las consecuencias de tu elección.