Premios Princesa de Asturias 2016

1477032531_620867_1477064024_noticia_fotogramaUn día como hoy no podía pasar sin ver los Premios Princesa de Asturias y tener la excusa perfecta para dejar salir el sentimiento asturiano que llevo dentro. Siento los premios como algo muy especial, algo mío, muy de casa, por eso me emocionan tanto, mas aún desde que me toca verlos desde Madrid. Esta año particularmente me han emocionado los premiados, y por ello quiero hacer un repaso para explicar el porqué.

El premio Princesa de Asturias de los Deportes ha sido para Javier Gómez Noya, compite en triatlón y ha subido la categoría de este deporte a lo más alto de nuestro país siendo campeón de Europa y del Mundo. Nos ha demostrado que es un luchador y que las adversidades no pueden con el, ha conseguido ser el único atleta que ha ganado cinco triatlones consecutivos, y todo esto, a pesar de que se le ha detectado una cardiopatía. Mañana sábado además, estará en Avilés participando en una carrera.  Premio Princesa de Asturias de la Concordia para Aldeas Infantiles SOS, organización que se encarga de tender una mano amiga a la infancia, ofrenciéndoles a los niños una famiia que les de amor, un hogar estable y una formación escolar para seguir adelante con sus vidas.

El premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional se lo lleva la ONU sobre el cambio climático y el Acuerdo de París, que luchan contra el cambio climático y los gases de efecto invernadero de manera que la actividad humana no sea perjudicial en el sistema climático, y destacan que el Acuerdo de París es «nuestro regalo de esperanza». Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales para Mary Beard, Catedrática de Clásicas en la Universidad de Cambridge y especialista sobre la Antigüedad. Esta mujer no solo descubre al mundo de una manera dinámica y sencilla los hallazgos sobre las antiguas Grecia y Roma que tanto me apasionan al resto del  mundo, sino que además, es una feminista activa que lucha contra los derechos de la mujer. Ha destacado en su discurso que por  mucho que se pueda aprender de todas las ruinas que ella estudia, esta segura que ninguna mujer viajaría a esa época sin cerciorarse primero si su billete es de ida y vuelta al siglo XXI, a pesar de los muchos cambios que aún quedan por hacer.

He dejado para el final a propósito los cuatro premios que a nivel personal más me emocionan y me han llegado al alma. El Premio Princesa de Asturias de Letras es uno de ellos. Richard Ford es considerado el heredero de Hemingway y el mejor escritor activo de EE.UU. Se le ha galardonado por su tremendo legado siguiendo la tradición de la novela americana del siglo XX, por su cuidado detallismo en las descripciones y la emoción de sus relatos. En su discurso, Ford no ha podido reprimirse en lanzar un guiño a la política, destacando que un personaje como Trump puede llegar a ser el próximo presidente de su país o mencionando la situación actual española. Además, ha querido mostrar su admiración hacia todos sus compañeros de profesión que son capaces de, a través de las palabras, llegar al corazón de una sociedad como puede ser la Siria, recalcando que ellos tienen el trabajo más complicado que el ya que, al fin de al cabo esta noche regresará a dormir a una gran potencia mundial donde la gente vive con las necesidades básicas plenamente cubiertas como bien ha destacado.

El premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica se lo ha llevado Hugh Herr, líder mundial en el campo de la biónica y la biomecánica. Herr sufrió la amputación de ambas piernas con tan solo 17 años cuando, durante la ascensión a una montaña realizando escalada, se le congelaron ambas. Tras su accidente, ha dedicado su vida al desarrollo de las prótesis más sofisticadas del mundo, que pueden ser controladas por el cerebro. Ha abierto nuevas líneas de investigación con el fin de mejorar la vida de otras personas como él. Particularmente, me ha gustado el gesto de Herr, que ha lucido un pantalón corto que muestra sus prótesis, ya que defiende que la funcionalidad debe primar antes que la apariencia. Es un ejemplo de lucha, superación y optimismo, ya que ha logrado superar una barrera importante no solo para el, sino para muchas personas en el mundo.

Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades para James Nachtwey. Fotoperiodista que ha dedicado cuatro décadas de su vida al trabajo en zonas de guerra, campos de refugiados, ciudades devastadas por desastres naturales o ataques terroristas en cada esquina del planeta, lo que le ha convertido en el fotoperiodista y reportero de guerra en activo más admirados del panorama periodístico mundial. Ha cubierto más de una treintena de conflictos bélicos y crisis humanas sin abandonar los principios éticos del informador ni maquillar lo que sucede tras las cámaras. Para mi, todo un ejemplo dentro de la profesión, el cual dice que, lo único que lamenta, es que detrás de sus fotografías, lo que vemos sea realidad.

Y para finalizar, premio Princesa de Asturias de las Artes para Núria Espert, actriz que sobre un escenario se hace grande y sigue siéndolo cuando se baja de el. Transmite una gran sensibilidad artística y humana y siendo una figura eminente en el panorama internacional. No hacen falta muchas palabras más para describirla si han sido ustedes testigos del discurso que ha dado esta tarde en el Teatro Campoamor. Se ha abierto en canal para mostrarnos todo lo que ella es y lleva dentro, poniendo los pelos de punta a todos los allí presentes, que quedaron enmudecidos, y a todos los que la veíamos desde casa. Recitó con brillante maestría a Lorca y Shakespeare, la mejor manera de abrirse al público, ya que afirma que no puede ser ella misma más que sobre un escenario, y como no, la mejor forma de demostrar por qué es la premiada.

No puedo dejar pasar por alto el discurso del Rey Felipe, al que no le ha hecho falta seguir un guión para pronunciar bellas palabras cargadas de emoción tanto para los premiados como para los miembros de la Fundación Princesa de Asturias ni para deshacerse en elogios para Asturias y sus gentes. Un Felipe que defiende al feminismo y que ha querido lanzar un mensaje: que España se aleje del pesimismo, que nos sintamos orgullosos de lo que somos y lo que hemos conseguido, y destaca que un pueblo que respete a la cultura jamás temerá al futuro. De nuevo un rey que ha mostrado respeto, humildad, cercanía, compromiso y ejemplo, un rey enamorado de Asturias, se le nota en los ojos, y eso, como asturiana que soy, me encanta.

Tras una ceremonia llena de pasión, respeto, emoción y admiración, sólo me queda cerrar este post, diciendo: «Quedan convocados, los premios Princesa de Asturias 2017».

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