Hasta Luego Magic Alonso

Brazilian F1 Grand PrixHay un capítulo de la serie “Doctor Who” en el que el Doctor arranca las últimas páginas de un libro contando que nunca lee los finales, porque nunca quiere admitir que las cosas acaben. Hoy me paso por aquí porque, inevitablemente, todo tiene un final, y hoy la Fórmula 1 dice adiós al que para mí es el mejor de sus actores. No voy a entrar en si es buen o mal piloto, porque creo que sus números y logros hablan por si solos y no necesita de nadie que le defienda con tal palmarés, aunque si digo que negar su talento me parece una hipocresía.

Fernando Alonso es para mí el piloto de mi vida. Y lo es porque gracias a el, un joven español que comenzó a crecer y afamar la Formula 1 en un país en el que la cultura del motor no pasaba más allá de moto GP, aprendí lo que era este deporte. Pero hoy se ha acabado todo.312 carreras, 32 victorias, 97 podios, 22 poles y 23 vueltas rápidas después, Fernando abandona las pistas con el homenaje que se merece. Hoy, la imagen del día para mi ha sido ver como Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, dos de sus mayores rivales durante los últimos años, han escoltado al español y han mostrado el respeto y admiración que sienten por Alonso.

Y es que más allá de los logros y de la gran marea azul que arrastró tras de sí durante

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Lewis Hamilton, Sebastian Vettel y Fernando Alonso haciendo ceros en el circuito Yas Marina

años y años por cada circuito del planeta, Fernando ha demostrado ser un claro ejemplo del trabajo duro, la constancia, la superación y que todo aquello en lo que uno pone todo su empeño puede llegar a cumplirse. Hoy, esta niña pequeña que se despertaba de madrugada con su padre para ver tus peripecias, previo, carrera y post gran premio atenta a la pantalla, se despide de ti con el corazón en la mano. Hoy tan solo me queda decirte que prefiero un «hasta luego» que un «adiós», desearte lo mejor, y decirte que ganes o no la Triple Corona, para muchos de nosotros siempre serás el gran campeón.

GRACIAS PARA SIEMPRE FERNANDO

Yo soy rugby ¿y tú?

14993415_10207980235445806_5031162119937487556_nNo hace mucho tiempo que si me preguntabas por mi deporte favorito te contestaba «a mi me gustan todos los deportes, pero el fútbol es mi ojito derecho», pues bien, la historia ha cambiado, y mi respuesta ahora es que si el fútbol es mi ojito derecho, el rugby es mi ojito izquierdo.

Mi interés por este deporte no es ni fruto de la casualidad ni de el bombo que le dan los medios de comunicación. Si tuviera que esperar a que el rugby se hiciera mediático para conocerlo podría seguir siendo tan solo un deporte más para mí, pero la historia real es mucho más bonita que ver un partido en el telediario y sufrir amor a primera vista.

Mi padre jugaba al rugby de joven, un simple dato que, para ser sincera, no trascendió mucho más allá en mi vida, tan solo me sirvió como un dato más para saber que mi padre no sigue corrientes ni modas, que no le gustan las cosas porque la sociedad establece que a los niños les tiene que gustar el fútbol y a las niñas el ballet. Avanzamos en la historia, y llegamos al punto en el que mi hermano, otro a contracorriente de la sociedad, prefiere el rugby, y comienza a jugar hasta convertirlo en una parte importante de su personalidad.

Como podréis deducir, pasó lo que en cualquier familia: tu hermano juega un partido, y vas a verlo, o tu hermano tiene que ir a entrenar y te piden que le lleves, y al final, pues bueno, ya que le tienes que llevar pues te quedas a verlo. Pero la cosa no termina ahí.

Llega tu hermana, y se quiere pasar del patinaje artístico al rugby, cambio radical, y, como su cabezonería es legendaria, se cambia. Entrena y juega mas bien poco, pero no la vuelves a ver encima de unos patines, eso seguro. Durante un par de años, juntando todos estos factores, agitas la coctelera y te sale un creciente interés por este deporte. Me mudo a Madrid, comienzo la universidad, y ¿Que pasa? muchos pensareis que al no tener a mi hermano cerca, el interés se difuminaría… pues todo lo contrario.

Resulta que, para mi alegría, mi facultad cuenta con un equipo de rugby, que el campo está justo detrás de el edificio de la facultad, y que todos los viernes, al salir de grabar mi programa de radio, el equipo está jugando. ¡La jugada perfecta!

Aumenta el interés por el rugby hasta llegar al último nivel. Cuento con la suerte de trabajar para una revista que me permite disfrutar de aquello que me gusta, y, como no podía ser de otra forma, el deporte es una de estas cosas. Llega a mis oídos que la Selección Española de Rugby jugará aquí, en Madrid, en el campo de mi universidad, y que puedo cubrir el evento. ¡Nada me pone más feliz! Os prometo que nunca había cubierto un evento con las ganas con las que cubrí ese.

Llegó el día D y lo disfruté como una enana. Disfruté de ejercer mi profesión haciendo una de las cosas que más me gustan, disfruté del partido, disfruté del ambiente y de ver el campo lleno para algo que no era un partido de fútbol, y no me malinterpretéis, me sigue gustando el fútbol como a la que más, pero me parece que es injusto que unos deportes cuenten tan poco mientras otros están extremadamente sobrevalorados. Pude disfrutar de entrevistar a los jugadores, de hacerme fotos con ellos y de asistir a la rueda de prensa. Y lo mejor de todo, es que solo ha sido la primera de muchas.

Hoy he querido compartir esta historia con vosotros porque quiero animaros a descubrir lo diferente. Entra en Internet, escoge un deporte «minoritario», y sumérgete en el, comienza a conocerlo, y enamórate. Esta es mi historia con el rugby, una historia de amor de las buenas, de las de verdad: esas que empiezan como un pequeño garabato en una libreta, pero termina por convertirse en la mejor obra de arte de la historia.

A por ello «Guajes»

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Algunos de vosotros es posible que sepáis acerca de mi pasión por el fútbol, y que soy Asturiana. Juntando estas dos cosas, supongo que podréis deducir mis ganas de que, dentro de algo mas de 24 horas, Gijón entero esté celebrando la victoria y permanencia del Sporting de Gijón.

No merecen la permanencia por ser un equipo grande, con las estrellas del momento, o por tener un gran presupuesto, pero si por sus ganas, por su garra, sus jugadores, todos sus miembros y por su afición.

Desde mi humilde blog animo a los guajes, porque todo ánimo es poco. Les empujo a seguir y a luchar durante 90 minutos más, a dejarse la piel en el campo como siempre hacen, llevando los colores por bandera, y alzando al equipo a lo más alto una vez más.

También animo a La Mareona a seguir empujando un día más, a pelearlo y a ser en El Molinón el jugador número 12, a darles calor a los guajes y demostrarles que nunca estarán solos. Que el campo sea una olla a reventar.

A toda la ciudad, a los aficionados, a los asturianos… Decirles que cosas más complicadas se han logrado, y que la esperanza es lo último que se pierde. Y a los jugadores decirles que lo hagan por ellos mismos, por la afición, por Abelardo, por Quini, por Preciado… Que luchen con dientes y garras hasta el final, y que lo hagan con la seguridad de que nunca estarán solos, que siempre vamos a estar arropando, y que recuerden, si al final no se consigue… «Ni ahora somos el Bayer Leverkusen ni antes éramos la última mierda que cagó Pilatos».

PUXA SPORTING!

Esto va por los diamantes que nos negamos a ver

Amanece un lunes, 15 de abril de 1991.  Tras un fin de semana lluvioso, Madrid comienza

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Javier Fernández tras revalidar su título mundial este 2016

esta segunda quincena del mes con el nacimiento de una de nuestras futuras promesas del deporte español. El 15 de abril de 1991, llega al mundo Javier Fernández.

Si, como habéis leído, futura promesa de nuestro deporte. Ahora mismo es posible que la mayoría de los lectores os preguntéis «Pero.. ¿Quién es?» No se preocupen, les soluciono su duda.

Javier Fernández López es un patinador español, y no uno cualquiera. Cuenta en su palmares con cuatro campeonatos europeos, 2013, 2014, 2015 y 2016. Y nada mas y nada menos que dos mundiales consecutivos, en 2015 y 2016. Además, en este último mundial, Javi no partía como favorito. Su rival más directo, el japonés Hanyu, le sacaba una diferencia de 12,04, una distancia casi imposible de remontar en patinaje artístico. Pero como Javier es especial, y tiene estrella, no solo superó al japonés, sino que terminó a 19,76 puntos por encima de el, consiguiendo una remontada que no se había visto nunca desde que entró en vigor la nueva forma de puntuar en 2005. Vaya, menuda sorpresa, ¿Verdad? Eso es lo que pasa cuando en un país como el nuestro, se desprestigian deportes considerados de rango «menor», y nos fijamos mas en el peinado de la semana de un futbolista que en nuestros propios diamantes ya pulidos.

A Javier le está sucediendo como a nuestra gran nadadora Mireia Belmonte; triunfas, hablan de ti tres días, comparten tu hazana en Facebook… pero luego ¿Qué?

Pero esto no pasa sólo con el patinaje no, hay un sinfín de deportes en los que nuestros compatriotas llevan nuestra bandera a lo mas alto, y sin embargo solo se les nombra 30 segundos al final del informativo de la tarde. Una verdadera injusticia. Años de entrenamiento, sufrimiento y sacrificio, para que al final sean otros países los que alaben tus logros y no el tuyo propio. Me encanta.

Todos nos sentimos orgullosos de ser españoles en cada mundial de fútbol, en las olimpiadas, cuando vemos fútbol, baloncesto, tenis, moto GP… Pero ¿Qué pasa con el rugby, el patinaje, el hockey, el balonmano, el badmington, gimnasia rítmica, natación sincronizada? Deportes olvidados en los que tenemos grandes representantes, los grandes olvidados.

Desde aquí quiero invitaros a ver el fabuloso programa que Javier realizó para revalidar su título de 2015, espero que lo disfrutéis y apreciéis el arte de un deportista que lleva nuestra bandera con el orgullo que nosotros no sabemos otorgarle, y no solo os animo a eso, sino también a saliros del molde, a aprender a disfrutar de la otra cara del deporte, y entre todos, hacer que esos deportes «minoritarios» se hagan grandes, y que nuestros deportistas, verdaderos diamantes en bruto, brillen con la luz que se merecen gracias a que desde casa, aprendamos a darles ese empujoncito, y que sientan cada vez que salgan a representarnos, que no están solos, que con ellos, van 46 millones más.

Cuando no se está preparado para el puesto que ocupas

Llevo un par de días viendo en televisión el caso de Gerard Piqué. Los insultos, las provocaciones, las salidas de tono… Todo eso que el justifica como «bromas».

Respeto a cada deportista sea del equipo que sea, y el tipo de jugador que sea no esta reñido con la persona que este pueda ser. Lo que no puedo tolerar es un jugador que ocupa un puesto tan importante como ser jugador del F.C Barcelona, y de la Selección Española, en el que tantos niños tienen puesta su mirada, tenga este tipo de comportamiento.

Querido Gerard; entiendo hasta cierto punto que justifiques tus actos como bromas, y que digas que eres así y no cambiarás… Pero pierdes todo mi respeto cada vez que abres la boca. Como fan de este deporte admiro tus logros con tu equipo y con tu pais (porque si, aunque no te guste, es tu país) pero cuando uno no sabe ser responsable del puesto que ocupa, opaca todos esos logros con absurdos comentarios, tales como menospreciar a una afición, a jugadores de otro equipo, compañeros de selección (el tema de llamar cono a Arbeloa.. En fin) , reírte de un rival… ¿Tan pobre es tu amor propio y el amor que sientas hacia tu club que cuando ganas un título tienes que acordarte del rival? Creo que quizás deberías aprender de tu compañero de vestuario Andrés Iniesta, señor dentro y fuera del campo y gran ejemplo a seguir por cualquiera.

Aun así te digo, querido Gerard, que te has confundido de profesión en esta vida, porque se te vería mas cómodo sobre el escenario de El Club de la Comedia que sobre un campo de fútbol.

Dicho esto, reafirmo mi postura, y repito que no puedo respetar a quien no es capaz de mostrar respeto. Teniendo dos hijos, que te tendrán como referente en la vida, debería pensar un poco mas antes de abrir la boca, y que recuerde que no solo los ojos de sus hijos están fijados en él, sino el de miles de niños que le admiran y que imitarán sus actos.

Lo mejor del deporte no es el deporte

La belleza del deporte. Si, existe, nadie puede negarme lo bello que es el deporte. Y no por lo que es en sí, sino por lo que el conlleva.

Todo el mundo habla de fútbol, como mucho tenis, baloncesto… Cuando hay infinidad de deportes que merecen tanta atención como estos.

Hoy quiero centrarme en el rugby. Un deporte visto por la mayoría como un juego de bestias. Sin embargo a mis ojos la mejor definición del rugby es la siguiente: «el fútbol es un deporte de caballeros jugado por villanos, y el rugby es un deporte de villanos jugado por caballeros».

Porque si, esta claro que se dan golpes, y cuando ves un partido puedes ver lo fuerte que son sus jugadas. Pero ¿porque quedarse solo con eso? Estoy segura que mucha gente desconoce la existencia del «tercer tiempo», o de los pasillos al terminar cada partido. Yo invito a que os informeis, y descubrais un poco de la belleza de este deporte.

Como hablo de rugby hablo de otros muchos deportes opacados por el futbol; voley, balonmano, badmington, esquí… Deportes que no todos los días salen en televisión.

Propongo dar la importancia necesaria a cada deporte, no asustarte cuando tu hijo te dice que prefiere jugar a padel en lugar de a futbol o si tu niña prefiere el karate al ballet. Tampoco juzgar si un niño prefiere el patinaje o una niña el rugby, simplemente dejarles disfrutar de la maravilla que los deportes aportan en nuestras vidas.

Escribir esta entrada viene inspirado por algo. En este caso es una historia maravillosa de dos chicos que juegan a rugby, aquí os dejo el Link, merece la pena leerlo, y así comprender un poco mas lo maravilloso del mundo deportivo.